Las más recientes aprobaciones del Minem confirman 40,7 millones de toneladas de un metal cuyo precio se disparó 70% en 2022. Advierten que aún hay disconformidad respecto a su industrialización.

Desde que el presidente Gabriel Boric de Chile, segundo productor mundial de litio (detrás de Australia), anunció su intención de nacionalizar la producción del llamado “oro blanco” como parte de su nueva “Política nacional de litio” para la gestión de este metal, que incluye la creación de una empresa estatal, el litio ha vuelto a ser el centro de atención.

Por eso, no es de extrañar que las naciones productoras o con potenciales reservas, como Perú, encuentren tras este primer aviso la oportunidad de avanzar en la carrera por la minería, que entre 2012 y 2022 registró un crecimiento mundial superior al 271 por ciento. En el 2021, el número de compras de automóviles eléctricos aumentó de 3 a 6,6 millones anuales.

Ahora mismo hay fiebre. La filial de American Lithium podría confirmar y convertir en reservas probadas las estimadas 4,7 millones de toneladas de litio que se encuentran en el vientre de Falchani, su proyecto con sede en Puno, luego de que el Ministerio de Energía y Minas (Minem) anunciara apresuradamente la pronta entrega de nuevos permisos de exploración para la empresa Macusani Yellowcake. Según el ministro Óscar Vera, todo debe estar preparado para junio.

¿Habría escasez de litio?

Según Rómulo Mucho, exministro de minas, Falchani tiene el potencial de hasta 40 años de explotación de roca, lo que podría vincular a Perú con el llamado “triángulo del litio”, que está formado por Bolivia, Argentina y Chile. De hecho, es fundamental enfatizar que el depósito en realidad contiene potasio para uso en agricultura en lugar de uranio.

Dado que se desconoce la cantidad de litio en Puno, aún debe esforzarse mucho. En dos o tres años, la empresa debería tener una respuesta, pero primero se debe completar la perforación diamantina de la región. Para apoyar a la industria, el Minem debe agilizar y acompañar su cadena de valor, según el profesor.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) pronostica que puede haber escasez de litio en el mundo en 2025, y Credit Suisse pronostica que la demanda puede triplicarse entre 2020 y 2025, momento en el que “la oferta estaría agotada”.

LA RUTA DEL ORO BLANCO

No se ha discutido la nacionalización del litio, a pesar de que el intento de nacionalización de Camisea fue un fracaso. Tampoco se considera necesario.
Sin embargo, economistas como José de Echave ven un conflicto de intereses con la propia población del sur, que tiene requerimientos en los que se exige no solo el desarrollo de una actividad más extractiva, sino el asentamiento de una verdadera y amplia industria del litio.

Las baterías no se producirán en Perú, por ejemplo. Al menos no al principio. Según Macusani, su trabajo resulta en el refinamiento del carbonato de litio en baterías Grado, y se construirá una refinería en Puno para este propósito.

Ulises Sols, el CEO de Macusani, dijo hace unas semanas en el Congreso que “nuestro negocio termina allí, si quieren fabricar baterías, sería otro aspecto”.
El experto en el Cooper Acción advierte que algunas restricciones constitucionales que impiden que Perú defina el destino de sus recursos en este momento puede ser una barrera significativa para este gobierno que está promoviendo el litio en algún momento.

“Por esta razón, solo se exportan concentrados como el cobre y la roca fosfórica desde el Perú. Falchani tiene lugar en un contexto donde varias naciones en la región están pensando en nacionalizar, y De -Echave enfatiza que esto depende del consentimiento de la población.
Fuente: La República