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Impulsando la producción minera: Ampliaciones y nuevas inversiones por US$12,000 millones
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En busca de aumentar la producción minera nacional, las ampliaciones de proyectos existentes se están convirtiendo en una oportunidad valiosa. Si bien los proyectos nuevos o «greenfield» como Constancia, Las Bambas y Quellaveco han sido destacados en el pasado, actualmente no hay nuevas iniciativas de este tipo en desarrollo, excepto Zafranal. En este contexto, las ampliaciones mineras están ganando protagonismo.

Dentro de la Cartera de Proyectos de Inversión Minera del Ministerio de Energía y Minas (Minem), se encuentran 15 proyectos de ampliación de producción, expansión de zonas de minado y extensión de vida útil de minas, con una inversión total de US$12,110 millones, en diferentes etapas de avance. Recientemente se han completado dos de ellos: la Ampliación Santa María y la Ampliación Shouxin.

Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (Snmpe), señaló que la ejecución de estas ampliaciones y la operación a plena capacidad de las minas existentes podrían aportar alrededor de 300,000 toneladas adicionales de cobre al año.

«Esto equivale a casi otro Quellaveco. Podríamos llegar a una producción de aproximadamente 2.8 millones de toneladas de cobre al año como país», comentó, enfatizando la importancia de mantener la paz social para lograr este incremento.

Aunque las extensiones de vida útil de las minas no siempre implican un aumento en la producción, mantener las operaciones activas por más tiempo también tiene un impacto positivo. Según estimaciones, solo el sostenimiento de las minas actuales requiere una inversión anual de hasta US$4,000 millones.

Sin embargo, la aprobación de estas ampliaciones por parte del Estado no avanza al ritmo esperado. Por ejemplo, Antamina modificó su expectativa de recibir el permiso para el proyecto Reposición Antamina a fines de 2023, cuando originalmente esperaba obtenerlo en ese mismo mes. Hochschild también ha experimentado retrasos con el proyecto Reposición Inmaculada.

Marcelo Santillana, gerente general de Poderosa, reconoció que los trámites para la ejecución de la Ampliación Santa María tomaron más tiempo del proyectado. En este caso, cuestionó los criterios de evaluación de los funcionarios de las entidades involucradas.

El proceso de desarrollo y aprobación de una Modificación de Estudio de Impacto Ambiental (MEIA), que a menudo se requiere para las ampliaciones mineras, puede tomar entre cuatro y cinco años, según Víctor Gobitz. Aunque las empresas ya cuentan con información y experiencia en la zona, el camino hacia la aprobación no es corto.

«Las ampliaciones están tomando tanto tiempo como los proyectos nuevos, ese es el desafío que enfrenta nuestro país», lamentó Gobitz, destacando que el Estado incumple los plazos establecidos para la etapa de observaciones, que debería tomar un año pero en realidad se extiende a veces hasta dos.

Fabiola Juscamaita, socia de EY, considera que la demora en la aprobación de las ampliaciones mineras se debe a un marco normativo cambiante, exigencias medioambientales y la inestabilidad política.

Para abordar esta problemática, se sugiere la creación de una «gran autoridad ambiental» dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), que unifique y agilice la evaluación ambiental de los proyectos. Esto permitiría tener una visión más holística de los proyectos y asignar los recursos necesarios de manera prioritaria. Cabe destacar que esta propuesta no busca reducir los estándares ambientales, sino simplificar la evaluación.

En resumen, las ampliaciones de proyectos mineros existentes se han convertido en una estrategia clave para aumentar la producción minera en el país. Sin embargo, los retrasos en la aprobación por parte del Estado y la complejidad del proceso están generando obstáculos. Es necesario trabajar en la simplificación de los trámites y la creación de una entidad especializada para agilizar la evaluación ambiental, garantizando así el desarrollo sostenible de la industria minera en el Perú.

Fuente: IIMP